jueves, 28 de noviembre de 2019

Minuta de reunión


Minuta de la call conference del día 16/01/17
Asistentes:
·  Facundo Gerez Lóbrega, Jefe de Atención al Cliente
·  Alejandro Cárdenas Uribelarrea, Gerente de Operaciones
·  Maximiliano Cotone, Jefe de Sistemas
·  Mónica Sampietro, Gerente de Administración y Finanzas
·  Marcelo Spinograff, Jefe de Métodos y Procesos
·  Alejandro Concha Alarcón, Representante de ventas del Sistema (en España)
Desarrollo:
En el día de ayer se llevó a cabo una reunión virtual vía Skype con el representante de ventas del sistema de gestión Fresno. Se proyectó en pantalla gigante lo que el español mostraba. Eran imágenes de las distintas funciones del sistema que el tipo iba tocando. La imagen tenía una calidad tan deficiente que impedía leer los títulos de los botones y menús del sistema. No se entendía nada. Ante tal inconveniente, el jefe de sistemas utilizó algunos comandos en su ordenador, pero la imagen no mejoró demasiado. No se distinguían las palabras mostradas. Entonces cada uno tuvo que ir hasta las oficinas y traer su propia notebook para seguir la charla desde su propia pantalla, de donde se veía un poco mejor. Nada fa!, pero con un poco de imaginación se podía adivinar lo que no se leía.
Pero lo peor de todo no fue el vídeo, sino el audio. Cada cinco o seis frases, se escuchaban ruidos de resortes de dibujos animados. Un sonido tipo poing, doing, pin, pum, clan, y luego seguía la conversación normal. Al principio, con la primera aparición de los ruidos, todos serios, nadie dijo nada. Pero después se hicieron más frecuentes, y lo peor fue cuando los resortes justo tapaban lo más importante de lo que el gallego decía. 
La primera hipótesis que se tejió en la mente de los presentes, fue la de fallas en la comunicación debido a micro-cortes en la web.
—Vale. Entonces lo fascinante de esto, y que les puede resolver sus más grandes problemas de imprefinación, es este módulo que, con solo presionar acá, el sistema poing, doing, pin, pum, clan, dejando atrás los inconvenientes que tienen ahora.
Pero después, se hizo evidente que cada vez que iba a decir algo sumamente importante: poing, doing, pin, pum, clan, y listo. No se escuchaba lo principal. A la hora y media de conferencia, ya nadie entendía nada y más de la mitad de los asistentes miraban fotos por Whatsapp. El ruido era muy parecido al que hacía Totó cuando se convertía porque se había tomado la pócima del Dr. Jekyll en ese capítulo del Inspector. Los que no miraban su celular, hacían caras de dale-me-estás-cargando.
Entonces surgió la segunda hipótesis: el gallego no la tenía tan clara y cada vez que se encontraba con algo que no sabía, hacía sonar los resortes para no evidenciar su ignorancia.
Promediando las dos horas, Mónica, la Gerente de Finanzas, dejó de mirar su teléfono y, como si una revelación hubiera caído sobre su ser, dijo:
—No, ya sé, es un tic.
Tercera hipótesis: el gallego tiene un tic que le hace hacer ruidos de resortes de dibujos animados cuando está hablando. Estos se intensifican cuando se pone nervioso por no tener el conocimiento suficiente o no estar seguro.
Ahora tenemos otra reunión, después te cuento.

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